¿Has probado alguna vez el salmorejo de remolacha? Carmen, autora del blog No quieres caldo?… pues toma dos tazas nos trae esta refrescante y original receta para resistir el calor. 

En verano apetecen platos frescos y sabrosos pero que no supongan pasar demasiado tiempo en la cocina. Y si además es un plato saludable, mucho mejor.

En el supermercado puedes encontrar muchas opciones de gazpacho y salmorejo, pero realmente no supone apenas esfuerzo prepararlos en casa, con la ventaja de que puedes adaptarlos a tu gusto. Otro punto positivo es que puedes variar la receta clásica añadiendo otros ingredientes para darle un toque de sabor diferente.

En el caso del salmorejo, además de la receta tradicional, podemos añadir manzana, cerezas o remolacha. En el post de hoy os contamos el paso a paso para elaborar el salmorejo de remolacha que, además de aportar importantes nutrientes y un apetecible color al plato, le dará un extra de sabor. Para hacer salmorejo o gazpacho, normalmente se utiliza pan del día anterior pero me encanta la opción de contar con un pan rallado especial para esta receta y no tener, así, que preocuparme de separar pan del día anterior. ¡Vamos allá con el paso!

Ingredientes para 4 cuencos de salmorejo de remolacha:

  • 700 g de tomates maduros
  • 300 g de remolacha cocida
  • 100 g de pan rallado Frumen especial Gazpacho y Salmorejo
  • 1/2 pepino
  • 60 ml de aceite de oliva virgen extra
  • 1 diente de ajo pequeño
  • una cucharadita de sal
  • Taquitos de jamón y huevo cocido, o pan tostado para la guarnición

Elaboración del salmorejo de remolacha:

  • Lava y cuece la remolacha unos 15-20 minutos. Déjala enfriar y pélala, o utiliza remolacha cocida.
  • Lava y parte los tomates por la mitad, pela el pepino y el diente de ajo y pon todos los ingredientes en el vaso de tu robot de cocina, batidora de vaso o en un bol.
  • Si utilizas un robot de cocina, no necesitas pelar los tomates, porque no se notará la piel. También puedes triturarlo con una batidora normal y pelar los tomates previamente.
  • Tritura todo y cuando esté la mezcla homogénea, ajusta el punto  de sal.
  • Refrigera hasta que lo vayas a consumir para que esté fresquito. Puedes incluso servirlo con hielo si te gusta realmente frío..
  • Añade por encima la guarnición que te apetezca, como taquitos de jamón y huevo duro.