Partiendo de la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de incluir cinco piezas de frutas y verduras diarias para una dieta sana y equilibrada, los beneficios de comer verduras son muchos y, si sabes cómo cocinarlas, se multiplicarán. Y es que, además de un montón de nutrientes esenciales, las verduras son extremadamente versátiles: puedes disfrutarlas crudas, horneadas, hervidas, a la parrilla o al vapor. ¡Aprende cómo sacar el 100% de sus beneficios!

He ahí el dilema: ¿cocinar o no cocinar? Una pregunta que muchas personas parecen tener a la hora de comer verduras crudas o cocidas. ¡La respuesta es ambas cosas! Pero, ¿sabes qué vegetales son mejores crudos y cuáles se benefician con un poco de calor?

Por norma general, el consumo de verduras crudas aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales. Sin embargo, hay ciertos vegetales que al cocinarlos mejoran sus nutrientes. La calabaza, los tomates, las zanahorias, los champiñones y los espárragos pueden darte más antioxidantes cuando los hierves o cocinas al vapor. Por el contrario, en el caso de los berros, el brócoli, el ajo y la cebolla, es mejor su ingesta cruda. Así no se dañan algunos de sus componentes esenciales para evitar la aparición de algunas enfermedades como el cáncer. ¡Ojo con hervir el pimiento rojo! Si no quieres despedirte de todas sus vitaminas, es preferible tomarlo crudo o al horno.

 

Te dejamos una serie de consejos para optimizar el consumo de frutas y verduras:

  • Compra productos locales: algunas vitaminas se pierden durante el transporte y el almacenamiento.
  • Guarda los vegetales a temperatura ambiente en vez de en la nevera: de esta forma no se rompe el proceso de maduración y aumentan los niveles de licopeno (como en los tomates), una sustancia con gran poder antioxidante.
  • Pela y trocea los alimentos justo antes de su consumo o preparación: así, no dejamos tiempo a que el producto se oxide  y pierda sus propiedades.
  • Decántate por recetas al horno, a la parrilla o al vapor para evitar la pérdida de vitaminas (B y C) solubles en agua.
  • Aumenta la absorción de vitaminas solubles en grasa comiendo verduras con un chorrito de aceite, por ejemplo, en una buena ensalada.

Siguiendo estos consejos obtendrás el mejor resultado. ¡A cocinar!