Para algunas personas, la vida está llena de cierto misticismo. Cuestiones que, aunque parezcan no tener una explicación lógica, pasan a formar parte de nuestra vida, llegando incluso a influir en ella. Las artes culinarias no escapan de estas creencias. Así, existen numerosas supersticiones en relación a la gastronomía que no sabemos de dónde provienen ni cómo se originaron: brindar con agua, derramar vino, tirar la sal, usar ajos para espantar vampiros… Algunas más verosímiles que otras, todas están presentes en nuestro día a día, casi sin que nos demos cuenta. Hoy celebramos Halloween contandote el origen, historias y anécdotas que se esconden tras algunas de ellas.

Derramar sal en la mesa. En Europa, desde hace muchos siglos atrás, derramar sal se relaciona con un mal presagio y, en algunos casos, hasta con la aparición del mismísimo diablo. Se dice que para contrarrestar la mala suerte, es recomendable tirar sal sobre el hombro izquierdo con la mano derecha. Una superstición cuyo origen se remonta al Imperio Romano y suponía un bien escaso y difícil de conseguir. Por eso, que se derramara accidentalmente era considerado un acto muy desafortunado.

Brindar con agua. En España, y en algunos países de Latinoamérica, brindar con agua es de mala suerte. La teoría más aceptada es que el vino es fruto del trabajo y del tiempo de los hombres, mientras que el agua se obtiene con facilidad. Sin embargo, hay otras teorías que consideran el origen de esta superstición en la mitología griega. Y es que los antiguos griegos realizaban un brindis con agua cuando un ser querido moría. Este acto, se consideraba un homenaje al río Lete, donde se creía que los difuntos navegaban hacia el inframundo. Con el paso del tiempo, realizar un brindis con agua empezó a considerarse un acto de mala suerte, pues es como si le estuvieras deseando la muerte a la otra persona.

 Colocar el pan al revés o dejarlo caer al suelo. Este alimento básico ha sido protagonistas de numerosas superticiones basadas en su forma de hacerlo, cortarlo, comerlo y ofrecérselo a los demás. Por ejmplo, poner el pan boca abajo se supone que traerá mala suerte por tratarse en realidad de una ofensa al cuerpo de Cristo Asimismo, si se cae el pan al suelo es costumbre besarlo y hacer tres cruces para alejar las desgracias.

 Colocar mal los palillos. Si no quieres que las personas mayores de algunos países asiáticos te miren horrorizados cada vez que claves los palillos en un bol de arroz, debes tener en cuenta que para ellos, este acto simboliza un presagio de mala suerte o muerte prematura. Pues, arreglar los palillos de esa manera, se asemeja a la forma en que colocan el incienso para honrar a sus muertos. Así que cuando viajes por Asia, mejor deja los palillos sobre el platito auxiliar.

Soplar velas de cumpleaños. La costumbre de rodear la tarta de velas y soplar viene de la antigüedad. Este círculo servía para proteger al homenajeado de los malos espíritus a lo largo del año. El origen de este ritual no se conoce con exactitud, pero lo que sí se sabe es que los griegos ya lo practicaban.

Usar ajo para espantar vampiros o protegerte contra el “mal de ojo”. Los vampiros son personajes a los que se les atribuye un sentido del olfato muy agudizado, por lo que el olor de los ajos lo espantaría. Algunos pensarán que hay muchos otros alimentos con olores más fuertes, pero es que este no es el único motivo. Hay una enfermedad conocida como la porfiria, cuyos síntomas son precisamente algunas de las características que presentan estos personajes de ficción, como son el no poder exponerse al sol o la imposibilidad de comer ni oler ajos, que precisamente puede empeorar considerablemente la enfermedad y sus síntomas.

Los huevos con dos yemas. En la leyenda siempre se ha dicho que cuando un huevo tiene dos yemas, es símbolo de una boda cercana o el nacimiento de gemelos.

 Sorber los fideos haciendo ruido. En la cultura asiática, los fideos representan la longevidad. De ahí que en países como Japón o China, los fideos no se muerden al comerlos, sino que se absorben para no cortarlos y  mantener la longitud del alimento. De hecho, en estos países, se cree que cortar los fideos con el tenedor mientras se come puede acortar la vida.

 Dejar destapada la tetera accidentalmente. En Asia se dice que dejar destapada la tapa de la tetera por accidente indica que se van a recibir malas noticias. Y es que el té es protagonista de numerosas supersticiones. Por ejemplo, derramar un poco de té mientras se sirve una taza, puede indicar que muy pronto saldrá un secreto a la luz. O, encontrar azúcar sin disolver en la parte inferior de la taza de té puede ser interpretado como que alguien está enamorado de ti.

Arroz para los novios. Tirar arroz a los recién casados, a su salida de la iglesia, es un gesto de buena suerte que proviene de la antigüedad, cuando se tiraban trozos de dulces a la novia como símbolo de fertilidad y felicidad. Sin embargo, cuando llegaron los tiempos de escasez se sustituyeron los dulces por alimentos más básicos como el arroz o el trigo.

Uvas para cumplir deseos. Comer 12  uvas en la víspera del Año Nuevo es una tradición española que se expandió a varios países de Latinoamérica. Las uvas son un símbolo de abundancia, así que según esta costumbre, mientras más uvas logres comer, mayor abundancia tendrás en el próximo año.

Existen muchos otros dichos y refranes que han pasado de generación en generación y que, a día de hoy, siguen haciendo que “toquemos madera” antes de que la superstición se cumpla. Y tú, ¿eres supersticioso?