Benditos congeladores. Nos hacen la vida mucho más fácil. Gracias a ellos no hace falta que vayamos a comprar cada día, podemos preparar nuestros menús con antelación o guardar lo que nos ha sobrado de la comida del domingo.
La congelación es un método de conservación de alimentos que se sustenta en un principio básico: con bajas temperaturas se detiene la actividad bacteriológica que provoca la descomposición de los alimentos. Pero este principio no deja de tener sus matices ya que no todos los alimentos reaccionan de la misma forma al frío. Por eso, os ofrecemos una serie de pautas para que saquéis el máximo provecho a vuestro congelador.
Cómo congelar
Cómo y qué congelemos, va a depender mucho del tipo de alimento que queramos conservar. Aun así, existen algunas reglas esenciales:
- La congelación debe realizarse de forma rápida y a la mínima temperatura posible.
- Los alimentos deben estar protegidos. O bien en recipientes o en bolsas aptas para la congelación.
- Los recipientes no deben llenarse hasta arriba. Los alimentos se expanden al congelarse y de este modo evitaremos derrames o que el recipiente estalle.
- Se debe evitar romper la cadena de frío. Si compramos productos ya congelados hay que procurar mantener su temperatura transportándolos en bolsas isotérmicas hasta guardarlos en nuestro congelador.
- Nunca se deben volver a congelar alimentos que ya han sido descongelados.
Qué productos se pueden congelar
La gran mayoría de alimentos soportan sin problema la congelación. Eso sí, algunos de ellos necesitan un tratamiento previo.
Para la carne es aconsejable retirar todos los huesos y grasa que podamos y conservarla dividida en raciones.
Algo parecido ocurre con el pescado. Lo congelaremos bien limpio, sin escamas ni tripas.
A las verduras frescas no les sienta muy bien el frío, ya que suelen perder color, sabor y nutrientes. Una solución para evitar esto es escaldarlas o darles una rápida cocción al vapor antes de congelarlas.
Con las frutas ocurre lo mismo que con las verduras. Para congelarlas conservando sus propiedades lo adecuado es pelarlas y cubrirlas con un almíbar.
Los huevos no se pueden congelar con cáscara porque ésta estallaría. Si tienes que congelarlos, cáscalos y guárdalos dentro de un recipiente.
No es recomendable congelar productos lácteos ni sus derivados.
Cómo descongelar
Saber descongelar de forma adecuada es también muy importante para evitar que nuestros alimentos pierdan sus propiedades nutricionales y su sabor.
Es habitual usar agua caliente, pero hay que tener cuidado con los cambios bruscos de temperatura si no queremos que nuestros alimentos se estropeen o contaminen.
La mejor forma de descongelar es poco a poco, meter el alimento en la nevera y dejar que su temperatura se adapte con el paso de las horas. Si no dispones de tanto tiempo siempre puedes recurrir al microondas. En ese caso cocina el producto en cuanto se descongele.
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