Cada cierto tiempo aparecen en internet o en los medios de comunicación, determinados alimentos milagrosos que prometen contener todas las propiedades que nuestro cuerpo necesita para adelgazar, para estar sano, para prevenir el cáncer o para cualquier otra cosa. Pero ¿realmente existen los alimentos milagrosos?
Las semillas de chía, las bayas de goji, el alga espirulina, la maca o la cúrcuma fueron alimentos milagrosos durante cierto tiempo. Cuando su momento pasó, volvieron a convertirse en alimentos comunes.
Es cierto que la importancia de la imagen en nuestra sociedad, hace que deseemos tener un cuerpo y una salud de diez, agarrándonos a los alimentos milagrosos de turno.
La Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria ha afirmado que muchos de estos productos son beneficiosos para el organismo. Por tanto, el problema no es que estos alimentos milagrosos no sean saludables, sino que no pueden convertirse en la base de ninguna dieta y que todo gire en torno a ellos.
La única forma de conseguir un cuerpo saludable es llevando una dieta equilibrada y practicando deporte de forma moderada. Cualquier médico o nutricionista estará de acuerdo con esta afirmación.
¿Cómo consigo una dieta equilibrada?
Una vez tenemos claro que no existen los alimentos milagrosos, debemos conseguir una dieta equilibrada que se base principalmente en la ingesta de todo tipo de alimentos.
Dentro de esta dieta deben tener especial importancia las verduras y frutas, los cereales (pan, pasta y arroz integrales), pescados, carnes, legumbres, lácteos y huevos.
Los hidratos de carbono deberemos obtenerlos preferiblemente a partir de cereales integrales. Los refinados contienen más azúcar y menos nutrientes. También obtendremos hidratos de las verduras, frutas y legumbres, que además cuentan con gran cantidad de vitaminas y fibras.
Las grasas no deben superar el 30% de las calorías consumidas y deben ser no saturadas, es decir, las que proceden de fuentes vegetales y son líquidas a temperatura ambiente.
Y no hay que olvidarse de las proteínas, tanto de origen vegetal como animal.
Con todo esto y un poco de ejercicio, te aseguramos que no vas a necesitar alimentos milagrosos.
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