Aunque seguramente habréis escuchado la típica frase: “los pescados maridan con vino blanco y las carnes combinan con vino tinto”, lo cierto es que el estallido de nuevas variedades de uvas y vinos que hemos vivido en los últimos años, junto al momento de eclosión de la cultura gastronómica de nuestros país, han hecho que el maridaje de vinos y comidas sea un poco más complejo. Por eso, te dejamos 6 consejos para no fallar al momento de conseguir el maridaje perfecto:
- Piensa siempre en la complejidad de la comida que sirves a los huéspedes al momento de elegir el vino. Los sabores y alimentos altamente complejos deben estar acompañados por vinos ligeros, mientras que los vinos con sabores complejos deben acompañar platos más simples.
- Los vinos ácidos combinan con la comida grasa, entre ambos se puede conseguir un buen punto de equilibrio, este tipo de vinos también ayuda a realzar la sal de las recetas. Si tenemos un vino muy ácido y se desea disminuir su punto de acidez, lo ideal será combinarlo con el postre.
- Vinos tintos con niveles altos de grado alcohólico van muy bien con comidas fuertes, si lo combinas con comidas más suaves, la fortaleza del vino mataría los sabores de los ingredientes.
- Un maridaje perfecto son los vinos dulces con el postre, se ayudan mutuamente y el comensal podrá disfrutar tanto de las propiedades del vino como de los sabores del postre.
- Otro buen maridaje es el de la comida preparada con salsa de frutos rojos acompañada de un vino con sabores frutales, es la mejor opción para lograr realzar los sabores de ambos productos.
- Cuando la receta sea de cocina regional, empareja vinos de la misma región. Los vinos son cultivados para estar vinculados con los alimentos de la zona ¿Qué mejor manera de obtener la experiencia regional completa que emparejar con un vino de la misma zona?
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