Los guisos, sopas frías, como el gazpacho, y purés son una delicia gastronómica, habitualmente, muy fácil de preparar. La única dificultad reside en encontrar el punto exacto a su consistencia y espesor. La textura varía en función de la cantidad de agua que contengan las frutas y verduras utilizadas en su elaboración. Si el plato te queda rico de sabor pero un poco aguado puedes espesar el caldo con estos pequeños trucos:
- Utilizar pan rallado en lugar de harina: además de dar consistencia al plato, aporta sabor, como es el caso de Frumen con Especias o Frumen Ajo y Perejil, ideales para espesar guisos, platos de cuchara con legumbres o salsas aderezadas como la napolitana.Si optamos por una sopa fría, como el gazpacho o el salmorejo, nuestra recomendación es usar Frumen Especial Gazpacho y Salmorejo que aporta consistencia al instante sin necesidad de cocción previa. En los platos calientes, sólo hay que espolvorear una lluvia sobre la sopa, salsa o guiso y darle un golpe de calor para que se mezcle y espese. Recuerda remover durante el proceso para conseguir una textura homogénea.
- Añadir patata: lo habitual es utilizar este ingrediente cocido y machado a modo de puré para mezclarlo con el caldo. Debemos tener cuidado ya que si utilizamos demasiada patata podría absorber todo el jugo y dejar el plato demasiado seco.
- Frutos secos triturados: es habitual incorporar frutos secos a los guisos de caza ya que combinan muy bien con la carne. Los trituramos con un pasapuré y los mezclamos bien con el caldo.
- Espesar con yema de huevo cocido: es otro de los trucos más tradicionales, se mezcla con el guiso y se remueve hasta que se diluya.
- Agar-agar, el espesante de la alta cocina: se utiliza habitualmente para hacer esferificaciones por su poder gelificante. Es una gelatina vegetal que se presenta en polvo, para espesar sopas y caldos basta con diluir los polvos en la sopa o caldo que estemos preparando.
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