Si eres un fan de las pizzas, seguro que estás acostumbrado a hacerlas caseras en compañía de tu familia. No hay nada más divertido que llamar a tu pareja o a tus niños y extender los ingredientes frescos y naturales sobre la masa antes de meterla en el horno. Así puedes preparar platos tan ricos como esta pizza al pesto rojo con espárragos y salami.
La historia de este mítico plato italiano se remonta al panadero Raffaele Esposito de Nápoles, que buscaba una receta fácil y deliciosa que atrajera cada vez a más clientes de la ciudad. Comenzó poniendo verduras, pero pronto incorporó carnes y pescados para expandir el sabor de sus elaboraciones.
Hoy te vamos a enseñar cómo combinar tus ingredientes para que te quede una pizza tradicional con todo el sabor del campo en tu mesa. ¿Quieres saber cómo prepararla con nosotros?
Ingredientes
- Pan Frumen Integral Casero
- 3 cucharadas de pesto rosso
- 2 cucharadas de tomate frito
- 1 bola fresca de mozzarella
- 6 champiñones
- 8 espárragos trigueros
- Aceite de oliva virgen al gusto
- Orégano seco al gusto
Para el pesto rosso:
- 12 tomates secos
- 1 manojo de albahaca
- 60 gr de piñones
- 2 dientes de ajo
- 60 gr de queso parmesano
- 75 ml de aceite de oliva virgen
- 1 pellizco de sal
Elaboración
Lo primero que haremos será la masa casera de nuestra pizza, con el pan rallado Frumen Integral Casero. Empieza por mezclar 1 kg de preparado con 540-580 ml de agua, amasando a mano o a máquina hasta conseguir una masa fina y elástica. Después forma una bola y deja reposar 30 minutos a temperatura ambiente, tapando con un paño húmedo y dividiéndola en porciones.
Ahora tienes que fermentar hasta que se triplique el volumen tapado en un lugar cerrado, dentro del horno apagado con un vaso de agua caliente o bien en la nevera durante 18 horas.
Precalienta el horno a 250ºC junto a un recipiente de agua. Deposita las porciones sobre la bandeja y baja el horno a 210-220ºC con el calor abajo. A los 10 minutos pon también calor arriba hasta el final de la cocción, unos 30 minutos. Ya solo te queda sacar del horno y dejar que se enfríe sobre una rejilla.
Espolvorea un poco de harina por encima en una superficie lisa y estira la masa con la ayuda de un rodillo. Después ponla sobre una bandeja de horno que habrás forrado con papel de hornear o con una lámina de silicona o silpat.
Coloca 3 cucharadas de pesto rojo y 2 de tomate frito en un bol, bátelo bien con un tenedor, y con esa mezcla cubrimos la base de la pizza. A continuación vas pellizcando la bola de queso y colocando pequeños trocitos de mozzarella bien distribuidos por toda la superficie.
Mientras se precalienta el horno a 220ºC, pon los espárragos de forma que sean como radios que dividan la pizza en porciones imaginarias y rellena los huecos con láminas de champiñón y trozos de salami. Un chorreón de aceite de oliva virgen extra y un pellizco de orégano espolvoreado por encima y la tendrás lista para meter en el horno.
Tras unos 15 minutos, estará lista para servir. Eso sí, no te olvides de ir mirando cómo está la masa para evitar que se te pase o se te quede corta. Lo ideal es que esté doradita, para que tenga un aspecto espectacular y un sabor inconfundible cuando la lleves a la mesa. ¡Que aproveche!
El pan rallado Frumen es muy versátil y te permite hacer muchas elaboraciones caseras al gusto. Atrévete con este bocadillo de pollo y verduras con chimichurri o este sándwich de verduras a la parrilla con paté de aceitunas, y tendrás una comida o un almuerzo increíble para disfrutar en casa.
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