Arranca diciembre, mes de comidas, cenas y celebraciones, donde todas las mesas se visten de lujo y se preparan los mejores platos para los invitados. Si esta Navidad quieres sorprender con un plato especial, estás en el lugar adecuado. Vamos a preparar un risotto de marisco y vieiras crujientes sin gluten, ¡Mmm! Una receta de inspiración italiana deliciosa y muy fácil de hacer, que no puede faltar en la carta de aquellos amantes del marisco. ¡Solo para anfitriones y anfitrionas expertas que quieran renovar su menú navideño!

Ingredientes

300 gr arroz bomba

250 gr almejas o chirlas

200 gr gambas limpias

250 gr mantequilla

125 gr queso parmesano en escamas o rallado

75 gr cebolla picada

C/S Caldo de pescado (caliente)

2 dl vino blanco

1 diente de ajo picado

1 rama de perejil o cebollino

Vieras

Pan rallado Frumen sin gluten

Aceite de oliva

Pimienta y sal

 

Elaboración del risotto de marisco y vieiras crujientes

Empezamos lavando muy bien las almejas, retirando aquellas que estén cerradas o que suenen a hueco. Después, las colocamos dentro de un bol con agua con sal para que suelten la arena. Repetir varias veces este proceso cambiando el agua.

Cuando veamos que ya están limpias, cocinamos las almejas al vapor. Abrimos y retiramos la mayoría de las conchas, dejando solo algunas para decorar.

A continuación, calentamos 50 gramos de mantequilla y un poco de aceite y doramos el ajo y la cebolla. Agregamos el arroz y rehogamos hasta que tenga un color anacarado. Añadimos el vino blanco y dejamos reducir para que pierda el alcohol. Luego, vamos incorporando el caldo (caliente) al arroz, poco a poco. Conforme se vaya evaporando, vamos echando más caldo hasta que el arroz quede cocinado por fuera, pero «al dente» por dentro.

Para terminar, echamos la mantequilla fría y removemos. Agregamos el queso parmesano rallado, las almejas, las gambas (previamente hechas a la plancha) y las hierbas troceadas.

Cuando vayamos a servir, añadimos 3 o 4 vieras,  previamente rebozadas en pan rallado sin gluten y fritas, sobre la cama de arroz meloso. ¡Es oírlo y comenzar a babear!