¿Quién no se ha preguntado alguna vez qué salsa combina mejor con qué pasta? Existe una infinidad de combinaciones posibles pero no todas son apropiadas para disfrutar de un buen plato de pasta. Esta semana os traemos una lista de consejos para acertar en vuestra elección.

De entre todos los tipos de pasta que conocemos podemos diferenciar 3 grandes familias.

Pasta Corta

En este grupo se englobarían macarrones, lazos, espirales, penne rigote… Son pastas con una amplia variedad de formas y texturas y muchas de ellas tienen concavidades en las que se adhiere la salsa a la perfección, quedando completamente impregnada de sustancia y sabor. Por este motivo, en estas pastas conviene usar salsas espesas como: boloñesa, ricota, salsa de queso o de verduras.

Pasta Larga

Dentro de la pasta larga podemos diferenciar distintos tipos dependiendo de su grosor y tamaño: espagueti, vermicelli, fettucine, linguine, pappardelle…  Las más finas se pueden hacer con salsas homogéneas y ligeras, como salsa de tomate, salsa pesto o de aceite y ajo. Mientras que las pastas más anchas y gruesas van mejor con salsas espesas como la carbonara.

Pasta rellena

Las más habituales son los raviolis, tortellini o panzerotti. En este caso, para conseguir un plato armónico es muy importante tener en cuenta el relleno de la pasta. Si tenemos un relleno de carne picada muy condimentada o chorizo criollo, la salsa más apropiada sería la de tomate natural. La salsa de pesto le va muy bien a las pastas rellenas de queso suave y el ragú combina a la perfección con pasta rellena de frutas como la pera. Asimismo, las salsas de frutos secos como nueces y piñones maridan a la perfección con los rellenos de setas y hongos en general.

Conseguir un equilibrio entre el contraste de texturas y sabores es la clave para disfrutar  de un auténtico y delicioso plato de pasta.