El arroz es uno de los pocos alimentos que, a pesar de ser cultivado y consumido en todo el mundo, ha logrado mantener una identidad fuerte, única y diferente en cada región; entre sus variedades de preparación destacan el arroz blanco asiático, la paella española o el risotto italiano.

Existen multitud de formas diferentes de preparar y presentar el arroz. El Arancini es una de ellas. Se trata de grandes croquetas de arroz. Para crear la masa, se liga el arroz con azafrán y queso parmesano y se rellena el centro con una mezcla de alimentos salados: salsa de carne con guisantes, jamón, queso provolone, mozzarella o de oveja… Estos son sólo algunos ejemplos porque en realidad se podría rellenar con cualquier cosa. La masa resultante, se cubre con una corteza crujiente de pan rallado y se fríe en abundante aceite. Una de las características más singulares de este plato es su color anaranjado, que se debe al azafrán con el que se cocina, de hecho, la palabra arancini en italiano significa naranjita. Normalmente se sirve como aperitivo, aunque se podría servir como primero acompañado de una ensalada y una salsa.

El Arancini tradicional se puede preparar en dos formas diferentes: la primera es perfectamente redonda y suele ir rellena con salsa ragú de carne, queso mozzarella y guisantes; la segunda opción se conoce como burro y tiene una forma más alargada, parecida a una pera y está rellena de mozzarella y jamón york.

Origen

También conocido como Arancinu, Arancia, Suppli o Frittata, este producto ha sido muy popular durante varios siglos en la cocina tradicional del sur de Italia y aunque muchas provincias italianas reclaman su autoría, la versión oficial asegura que fue introducido en el reino de Nápoles por los aragoneses que lo llamaban simplemente “bolas de arroz”. Otros autores aseguran que esta preparación se hizo popular en torno al siglo X durante.

 

frumen arancini frumen arancini