¿Cuál es tu parte favorita de un buen estofado? Puede que sea la textura de las verduras, el sabor intenso de la carne o el espesor de una salsa deliciosa hecha con tus propias manos. Todo esto, y mucho más, es lo que puedes disfrutar con la receta del goulash húngaro.

Este tradicional plato del este de Europa es especial por dos motivos: porque tiene un color más oscuro, gracias a la incorporación de la paprika, y porque en ocasiones se sirve dentro de una gran hogaza de pan. 

Seguro que estás deseando saber qué necesitas para empezar a preparar este increíble plato de cuchara, que a buen seguro va a enamorar a todos tus comensales en estas frías tardes de otoño. Pues no se diga más, ¡vamos a por ello!  

Ingredientes

  • 1.2 kg de carne de ternera
  • 4 dientes de ajo
  • 2 cebollas
  • 2 puerros
  • 2 zanahorias
  • 1 pimiento rojo
  • 10 champiñones
  • 2 tomates maduros
  • 80 g de tomate concentrado
  • 12 pimienta en grano
  • 12 bayas de enebro
  • 2 clavo de olor
  • 1 hoja de laurel
  • 3 ramitas de tomillo fresco
  • 2 cucharadas de paprika en polvo
  • 150 ml de brandy
  • 350 ml de vino tinto
  • Pan rallado Frumen Natural 
  • 1 l caldo de carne
  • Sal
  • Aceite de oliva

Elaboración

Para hacer nuestro goulash de forma tradicional, necesitamos una cazuela baja y ancha porque la clave es cocinarlo bien a fuego lento. En el caso de que quieras saltarte un par de pasos, siempre puedes recurrir a la olla exprés.

Lo primero que debemos hacer es salar la carne y marcarla bien por todas sus caras en la cazuela con un chorrito de aceite. Cuando esté bien tostada, es el momento de reservarla y pasar al sofrito.

Ahora tienes que cortar las verduras en paisana, de forma que no sea muy fina pero tampoco muy gruesa. Después de retirar la carne, puedes pochar 15 minutos a fuego suave con el ajo, la cebolla, el puerro y el pimiento, cocinándolos bien.

Después de este tiempo agrega los champiñones y cocina otros siete minutos. Luego incorpora las especias, el tomate maduro y rallado, el tomate concentrado, remueve bien y cocina siete minutos más.

Después añade los alcoholes, manteniendo un fuego suave, y deja que evapore y reduzca, aunque no tienen que ir a seco. Agrega el caldo de carne, la sal y cocina el conjunto a fuego suave, tras recuperar el hervor, durante unos 75 minutos.

Es importante que la primera media hora esté destapado, lo que permitirá que se evapore parte del líquido. Tápalo después para que se concentren los sabores, y sirve justo cuando veas que la carne ya está tierna. 

¡Y ya lo tienes! Qué rico te va a quedar. También puedes probar otros platos contundentes y bien nutritivos como este potaje de judías con verduras o cazuela de patatas y chorizo, que te ayudarán a traer una buena dosis de alegría y comida a la vida de tus seres queridos.